Una app escanea las hojas y las escanea directamente en Dropbox, Google Drive o Evernote.
Para tener un cuaderno inteligente no hacen falta microchips ni sistemas operativos. Lo han demostrado Joseph Lemay y Jake Epstein de Boston creadores de Everlast Notebook, una libreta que permite borrar la tinta al frotar con un paño húmedo y subir la información a la nube escaneando la página con una aplicación móvil.
El papel de las hojas tiene un aspecto y textura iguales a los de un cuaderno tradicional, pero está hecho de poliéster sintético. Sus creadores trabajaron en estrecha colaboración con expertos de la industria del papel, así encontraron la mezcla óptima de materiales para crear páginas que podían limpiarse pero que también permitían escribir de forma natural, sin brillos ni sensación de estar escribiendo en un plástico.
El único requisito es utilizar un bolígrafo de gel de la gama Frixion de Pilot. También funciona con otros bolígrafos, según los padres del invento, pero no pueden garantizar que la tinta se elimine de manera tan efectiva. El poliéster es un material poco absorbente, por eso la tinta gel del bolígrafo no se fija de forma permanente. También por eso repele y no se empapa con el agua con el que se limpian las hojas. El papel, sin embargo, es mucho más poroso, por eso la tinta permanece y el agua lo estropea.
Las páginas se pueden escribir y borrar continuamente y, sin embargo, es posible conservar la información eliminada. Para conseguirlo, los creadores desarrollaron la aplicación Rockbook, que escanea las hojas y las envía directamente a la nube. Para seleccionar a qué servicio estás enviando la información, solo hay que tachar uno de los iconos que hay dibujados en la parte inferior de cada hoja del cuaderno. Cada uno de ellos está preconfigurado y conectado con un servicio en concreto de la nube.
La información se puede enviar a cualquier carpeta dentro de Dropbox, Evernote, Google Drive, Box, Slack o una dirección de correo electrónico. Cuando se marcan esos botones mágicos en la página, la aplicación archiva automáticamente la imagen escaneada y mejorada en el lugar que corresponde. Según cuentan Lemay y Epstein, buscaban unir así “la utilidad de la nube y el placer de escribir en papel”. Para mantener el orden de las páginas al guardarlas en la nube, cada hoja tiene un código QR que indica a la aplicación el número que ocupa. Eso asegura que las hojas se almacenan en el orden correcto.
En mi opinión, es algo muy positivo, ya que si se empezara a utilizar con normalidad en todo tipo de cosas, ya sea educación, trabajo, tiempo libre... se reduciría notablemente el gasto que hacemos del papel y con ello la tala descontrolada de árboles, promoviendo así la nueva era digital de forma mas ecológica.
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